Deseo que este trabajo sea una pequeña contribución al conocimiento de la geología y la tierra en la que vivo y que me vio nacer, el sureste bético. También me gustaría que este espacio sirva, sobre todo, para descubrir nuestro rico patrimonio geológico, siendo el único objetivo el dar a conocer una geología excepcional que hay que proteger. Porque a pesar de que la gea es sin duda alguna el soporte de la vida, en muchísimas ocasiones es denostada y destruida por el hombre.
El sureste bético y sus grandes paisajes geomorfológicos, sus rocas, su diversidad paleogeográfica, su tectónica, su estratigrafía o su mineralogía, entre otros aspectos, nos hablan de un pasado extraordinariamente valioso que pronto me fascinó y que consiguió cautivarme.
La fuerza que esta tierra contiene y que transmite a quien la recorre, nos permite observar una evolución geológica sobre la cual la vida se aferra a unas condiciones a veces durísimas, y otras mucho más benévolas. Expresar mediante imágenes toda esa fuerza y belleza que contiene, es en conclusión, el objeto principal de estas páginas.